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domingo, 30 de noviembre de 2014

¡Actuar, actuar, actuar!

Después de muchas clases de ballet, muchas horas de ensayo y mucho, mucho, mucho esfuerzo, llega el momento de la recompensa. ¡El día de la actuación! 


En Ballet Figueres hemos empezado la temporada de actuaciones. Las pequeñas bailarinas ya han actuado en dos festivales de danza y antes de que acabe el año les esperan dos actuaciones más.
Actuar es la mejor forma de enseñar a todo lo que hemos aprendido en las clases y todo lo que hemos mejorado desde la última vez que bajamos del escenario.


El día de la actuación es un día muy ajetreado. Desde el momento que te levantas lo único en lo que piensas es en que dentro de unas horas te pondrás tu tutú y tus zapatillas y empezaras a bailar. Preparas todo lo que tienes que llevar y pones rumbo al local de ensayo. Allí te encuentras con tus compañeras y tu profesora. Y después de unos saludos con mucha emoción, todas ponéis rumbo hacía la parada de bus o la estación de tren para llegar al lugar de la actuación. 




Una vez llegas al teatro, te pones tu maillot y tu ropa para calentar y empezáis con los estiramientos en el escenario mientras los técnicos de luz y sonido hacen pruebas con los focos y la música que bailaréis. Entonces la profesora os avisa y empezáis con el ensayo general, quizás no salga perfecto y los nervios hagan que te equivoques, pero no pasa nada, ¡es un ensayo!




Después vas al camerino, te maquillas, te retocas el peinado y haces memoria con tus compañeras recordando las coreografías. Te pones el tutú... 


¡Y al escenario de nuevo! Y es justo en ese momento donde debes dejar atrás todos los ensayos, toda la técnica, todos los nervios... Todas estas correcciones ya están en tu interior, lo único que debes hacer es salir y disfrutar. Desde el momento que pones el primer pie en el escenario tienes que dejar que todo lo que sientes al bailar salga y el público disfrute contigo.